sábado, 24 de julio de 2010

EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA LO ACOPAÑA...


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando El ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: * ¿Vamos a jugar a los escondidos? * LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó * ¿A los escondidos? ¿Y como es eso? * Es un juego - Explicó La LOCURA, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón... Ver más mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. El ENTUSIASMO bailó secundado por La EUFORIA, La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a La DUDA, e incluso a LA APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, Si al final siempre la hallaban, y La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y La COBARDÍA prefirió no arriesgarse... * Uno, dos, tres... comenzó a contar La LOCURA. La primera en esconderse fue La PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y La ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que sí ¿un lago cristalino? Ideal para La BELLEZA. Que sí la ¿hendija de un árbol? Perfecto para La TIMIDEZ. Que sí el ¿vuelo de la mariposa? Lo mejor para La VOLUPTOSIDAD. Que sí ¿una ráfaga de viento? Magnifico para La LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOISMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y La PASIÓN y El DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante. Cuando La LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores. * Un millón- contó La LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue La PEREZA sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó La FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología y La PASION y El DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a La ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba El TRIUNFO. El EGOISMO no tuvo ni que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La BELLEZA y con La DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse. Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a La ANGUSTIA en una oscura cueva, a La MENTIRA detrás del arco iris... (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta El OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos, pero sólo El AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escucho. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR; La LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra: EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

martes, 20 de julio de 2010

DIA DEL AMIGO...


Un hombre, su caballo y su perro caminaban por una calle. Después de mucho andar, el hombre se dio cuenta que tanto él, como su caballo y su perro habían muerto en un accidente (a veces los muertos toman tiempo para comprender su nueva condición). La caminata era muy larga, montaña arriba; el sol era fuerte, y ellos estaban cansados, sudados y tenían mucha sed. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino vieron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plazoleta con piso de oro, en el centro de la cual había una fuente de la que manaba agua cristalina. El caminante se dirigió al guardián que, dentro de una ornamentada casilla, vigilaba la entrada.
"Buenos días", le dijo.
"Buenos días", respondió el guardián.
"¿Qué lugar es este, tan lindo?" preguntó el hombre.
"Este es el Cielo", fue la respuesta.
"Qué suerte que llegamos al Cielo! Estamos con mucha sed", dijo el hombre.
"Pues el señor puede entrar y beber agua a voluntad", contestó el guardián, indicándole la fuente.
"Mi caballo y mi cachorro también están sedientos", comentó el hombre.
"Lo lamento mucho", dijo el guardián,"pero aquí no se permite la entrada a los animales".
"Pero ellos me han acompañado siempre", dijo el hombre.
El guardián se limitó a menear la cabeza negativamente. El hombre quedó muy desilusionado, porque su sed era grande, pero decidió no beber si sus amigos no podían hacerlo. Así que prosiguió su camino. Después de mucho caminar montaña arriba, con sed y cansancio multiplicados, llegaron a un sitio cuya entrada estaba marcada por una vieja puerta entreabierta. La puerta se abría hacia un amplio camino de tierra, con verdes árboles a ambos lados que brindaban buen cobijo del sol. A la sombra de uno de ellos había un anciano de blanca barba, apoyada sobre el tronco; parecía adormilado, con la cabeza cubierta por un sombrero. El caminante se aproximó.
"Buenos días", le dijo.
"Buenos días", respondió el anciano.
"Estamos con mucha sed, mi caballo, mi perro y yo. Hay algún lugar donde podamos encontrar agua?"
"Detrás de aquellos matorrales hay un manantial", contestó el anciano. "Pueden beber a voluntad".
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta el manantial, y finalmente pudieron calmar la sed y refrescarse. Al volver hasta donde estaba el anciano, el hombre le agradeció.
"Pueden volver cuando quieran", fue la respuesta.
"A propósito", dijo el caminante, "cuál es el nombre de este lugar?".
"Están en el cielo", contestó el anciano con una sonrisa.
"¡Pero no es posible!" exclamó el hombre. "El guardián que estaba al pié de la montaña , junto al gran portal de mármol, nos dijo que el Cielo era aquel!"
"No, aquello no es el cielo, es el infierno."
El caminante quedó perplejo.
"Pero entonces, esa es una información falsa, y puede causar grandes confusiones!!!"
"De ninguna manera", respondió el anciano.- "La verdad es que ellos nos hacen un gran favor, porque allá se quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos….. "

lunes, 19 de julio de 2010

Grafitti...

Despacito, cuando tu dormías
Ella te hablaba, te preguntaba, te protegía.
Ella prometió darte todo,
Pero solo pudo darte lo que tuvo.
Para ti lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos,
Iluminando el mundo.
Pero los pájaros no pueden ser enjaulados
Por que ellos son del cielo,
Ellos son del aire,
Y su amor es demasiado grande para coartarlo.
Volaste alrededor de la luna con ella,
Le pediste que nunca se fuera,
Y ella respondió: Mi amor siempre estará cuidándote.
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser,
Que así tenia que ser.
Ella prometió darte todo,
Pero solo pudo darte lo que tuvo,
Para ti lo más hermoso era amanecer junto a sus ojos
Iluminando el mundo.
Pero los pájaros no pueden ser enjaulados
Por que ellos son del cielo,
Ellos son del aire,
Y su amor es demasiado grande para coartarlo.
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser,
Y la dejaste volar,
Y sus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo ella sabia que así tenía que ser,
Y la dejaste volar,
Y tus ojos lloraron hasta doler,
Pero solo tu sabia que así tenía que ser,
Que así tenia que ser.