jueves, 27 de agosto de 2009

bello poema de Miguel Angel Buesa










Mi corazón, un día, tuvo un ansia suprema,


que aún hoy lo embriaga cual lo embriagara ayer;


Quería aprisionar un alma en un poema,


y que viviera siempre... Pero no pudo ser.


Mi corazón, un día, silenció su latido,


y en plena lozanía se sintió envejecer;


Quiso amar un recuerdo más fuerte que el olvido


y morir recordando... Pero no pudo ser.


Mi corazón, un día, soñó un sueño sonoro,


en un fugaz anhelo de gloria y de poder;


Subió la escalinata de un palacio de oro


y quiso abrir las puertas... Pero no pudo ser.


Mi corazón, un día, se convirtió en hoguera,


por vivir plenamente la fiebre del placer;


Ansiaba el goce nuevo de una emoción cualquiera,


un goce para él solo... Pero no pudo ser.


Y hoy llegas tú a mi vida, con tu sonrisa clara,


con tu sonrisa clara, que es un amanecer;


y ante el sueño más dulce que nunca antes soñara,


quiero vivir mi sueño... Pero no puede ser.


Y he de decirte adiós para siempre, querida


,sabiendo que te alejas para nunca volver,


Quisiera retenerte para toda la vida...


¡Pero no puede ser! ¡Pero no puede ser!
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