sábado, 16 de mayo de 2009


No hago otra cosa que pensar en vos

No hago otra cosa que pensar en vos,
Te metiste en mi cabeza y en mis huesos.
Te metiste en los pedazos de un corazón desierto.
Te metiste en mi vida, sin saberlo.
En mis días, en mis noches, en mis sueños,
En los que pasan con los ojos abiertos.
Te metiste en el paisaje que imagino.
Te metiste, sin planearlo, sin quererlo.
Te metiste debajo de mi piel, entonces tiemblo.
Te metiste en el alma que no tengo.
Te metiste de tal forma que ya pienso,
Que dejé ya de ser yo, que nada entiendo.
Que esto es una locura, lo sabemos.
No pretendas que te explique lo que no entiendo.
No pretendas entender, no es para eso.
No existen libros, ni doctores, ni cerebros,
No existen cursos, ni programas, nada de eso.
Solo se que pienso en vos, y cada intento
De querer olvidarte, vuelvo al comienzo.
Solo se que te tengo en mis poemas,
Y te llevo a mi almohada si yo quiero,
Que dispongo de tu vida a mi antojo,
Porque te tengo cada vez que quiero.
Tan solo con pensarte te pongo donde sea,
Donde nadie mas que yo puede saberlo.
Locura… delirio… antojo… vértigo…
Pecado…delito…como quieras llamarlo,
Es todo eso…
El aire que quiero respirar, y que no tengo,
Es brisa fresca… es fuerte viento…
Es sentir que a veces duelen los silencios…
Es mi locura, es mía, y que…si a nadie le molesto.
¡Bienaventurados los locos…!
Que si se me antoja, pienso en vos…
y toco el cielo.
Claudia

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