sábado, 20 de junio de 2009


PALABRAS EN CELESTE Y BLANCO

Cada 20 de junio se recuerda a uno de los próceres de nuestra querida tierra, que soñó con la Argentina libre y grande: Manuel Belgrano, creador de nuestro símbolo patrio, la bandera.
Nacido en Buenos Aires en 1970,estudio leyes en España, pero por sus venas corría sangre criolla y no desoyó el llamado de su patria, y regreso para luchar por su independencia.
Valiente y sacrificado, capaz de todo por defender su tierra, en 1812,enviado por el gobierno, se dirige con un grupo de valientes hombres a proteger las costas del ataque de los ejércitos españoles. Fue entonces cuando vio la necesidad de crear un símbolo que los identificara y los unificara.
Los Realistas usaban los colores de la corona Española, rojo y amarillo. Belgrano, tal vez elevó la mirada al cielo o pidió la bendición de Dios, y soñó con un futuro de paz para su Patria, y así eligió para identificarnos los colores del manto de la Virgen. Y un 12 de febrero a orillas del río Paraná enarbola por primera vez nuestro símbolo patrio, allí la hizo jurar por sus soldados y desde entonces nos representa.
Estuvo al frente de cada combate por defender nuestra soberanía, en cada acto escolar, en cada edificio público, en cada lugar y momento del mundo en que quisiéramos que sepan que allí había un argentino.
En estos momentos difíciles que nos toca vivir a los argentinos por la situación socioeconómica y política, echemos un vistazo a la historia y aprendamos de nuestros próceres, no nos quedemos en un discurso hueco que no nos dice nada, y en la poesía de mirar flamear nuestra Bandera, confundiéndola con el cielo y con la nube, y soñar con un país mejor: HAGAMOS UN PAIS MEJOR. Y porque mañana ya es muy tarde, ahora es el tiempo de hacer Patria, en el lugar donde nos toca:
*El alumno estudiando, para no ser ignorante y engañado;
*El docente enseñando, con la convicción de moldear argentinitos responsables;
*Las familias, inculcando una escala de valores donde ellas, Dios y la Patria estén primeros.
*Y nuestros gobernantes, que fueron elegidos por el pueblo, en democracia, para tomar decisiones por él, que al momento de tomarlas lo hagan pensando por cada uno y por todos los argentinos.
Para que no tengamos que repetir los errores de la historia.
Ya tenemos un gobierno propio desde 1810.
Ya somos libres e independientes desde un 9 de julio de 1816.
Fue regado innumerables veces nuestro suelo y salpicada nuestra insignia con la sangre de nuestros hermanos defendiendo nuestras fronteras, hasta hace poco en Malvinas, mientras se nos anudaba en la garganta la impotencia, el orgullo, el dolor y las lágrimas.
Ahora, es el momento de mirar hacia delante, con la frente bien alta. Que la Virgen María, inspiradora de Belgrano, nos cubra con su manto y nos ayude a mantenernos unidos, hermanados, como lo quiso el creador de la Bandera y pensemos y actuemos con el corazón en celeste y blanco
Claudia

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